viernes, 17 de mayo de 2013


Su propia cama




¿Qué es mejor, que tenga su propia cama y pieza o que duerma con los padres? Hay diferentes tendencias, todas tienen sus pro y sus contras, como todo en la vida.   Yo a ratos soy partidaria de una y a ratos de la otra; pero en mi vida diaria practico una mezcla.

Por un lado creo que es importante que el niño duerma en su propia cuna o cama, primero por motivos de seguridad, para no aplastar al bebé al dormir; segundo para mantener la intimidad de la pareja, aunque esto no es tan cierto en la práctica, ya que si uno quiere momentos de intimidad puede hacerse espacios como la cama del hijo, el living, etc., hay que usar la imaginación.  Pero por otro lado, que rico es disfrutar a nuestros retoños abrazaditos en la noche, sentir su aroma y que ellos nos sientan cerca.

Personalmente desde que mi hija llegó a nuestro hogar ha tenido su pieza aparte y ha dormido en ella, pero sólo la mitad de la noche, porque  a media noche la pasamos para nuestra cama y disfrutamos dormir con ella, aunque, cuando se apodera de la cama y duerme cruzada sea un poco incómodo.

miércoles, 15 de mayo de 2013


Diferentes formas de ver el mundo


El otro día mi hija estaba jugando con plastilina, y me dijo –voy hacer un perrito; una vez que terminó me lo mostró; que lindo quedó le dije, pero le falta la cola. Hice una cola de color y se la puse a su perrito, pero Sofía reclamó – ¡mamá, la cola va atrás, no en la cabeza!- ella tomó la cola y la cambio de lugar. La verdad es que yo, según mi perspectiva, había puesto la cola atrás, pero obviamente mi hija había imaginado y hecho un perro distinto al que yo podía ver.

No sólo los niños ven las cosas diferentes, sino que cada uno de nosotros. Los diferentes modos de ver las cosas enriquecen los ambientes, crean nuevas soluciones, nuevas obras de arte, nuevos inventos. Es importante que en el lugar donde nuestros hijos se eduquen los dejen expresarse y no los limiten a una sola realidad.

lunes, 13 de mayo de 2013

El mejor colegio


Cuando iba al colegio y discutíamos sobre el futuro de la sala de clases, pensábamos que en el futuro no existirían colegios físicos y que la educación sería desde la casa, esta posibilidad me alarmaba; pensaba en niños burbujas, en que toda su vida ocurriría en su casa privándolos de compartir con sus pares, niños sin socialización; y meditaba sobre la grave consecuencia que esto acarrearía.

Hoy soy madre de una niña de 3 años, y pienso distinto; pero no porque esté en contra de los colegios físicos, sino que la educación que se imparte, más bien dicho, la forma en que se imparte la educación en la mayoría de esos colegios es la que no me deja conforme. No me gustaría que mi hija se eduque en un sistema en que el ser distinto sea una desventaja, ya que pienso que es una ventaja incluso para su entorno. No quiero que le enseñen a memorizar, sino que a razonar, que no hay solo una respuesta correcta; quiero que respeten sus tiempos; que potencien su diferencia.

La educación en casa no es para todos, no sólo porque económicamente es más cara, sino que no todos somos iguales, hijos y padres. Creo que para una educación en casa como padres hay que estar muy comprometidos, ser muy perseverantes, conocer bien nuestros límites, debilidades y fortalezas, y tener un empleo compatible.

Mi hija está creciendo y debo buscar “colegio” para ella y esto ha sido un dolor de cabeza, pero a su vez un enriquecimiento y crecimiento personal. No creo que como familia estemos preparados para educar a nuestra hija en casa por el momento, ya que ambos trabajamos jornada completa, por lo que estoy en la búsqueda de un colegio que se acerque a la educación integral que queremos para nuestra hija, cosa difícil en el sector sur de la capital.

jueves, 9 de mayo de 2013

El comienzo...



Todo empezó cuando mi hija comenzó a crecer y entró al jardín infantil, como al año de edad. El jardín fue una odisea, le costó integrarse, no fue por desapego a mí, porque yo volví al trabajo cuando ella tenía apenas 3 meses. Su educación comenzó de a poco a tomar mayor relevancia, sentía que en el jardín aprendía a socializar, pero con dificultad, y que aprendía lentamente en otros temas en comparación a cómo aprendía lo que les enseñábamos en casa; tal vez por eso siempre han dicho que la educación más importante es la que les brindamos en el hogar.

 Mi hija estaba a punto de cumplir los 3 años cuando por casualidad (aunque no creo que las casualidades existan) le diagnosticaron Trastorno de Integración Sensorial (TIS), hay todo comenzó a cuadrar, por qué le asustan los ruidos fuertes, no le gustan las etiquetas de la ropa ni siquiera para probársela, le asustan los tumultos de gente, entre otras cosas.


Como mamá uno tiene un instinto con el comportamiento de los hijos, por ejemplo, cuando la invitan a un cumpleaños nosotros siempre llegamos de los primeros, así ella va paulatinamente incorporando gente a su alrededor y esto desaparece su incomodidad y puede integrarse y disfrutar plenamente el cumpleaños.  Esta decisión fue sólo instintiva, pero es mucho mejor cuando uno sabe la razón por la cual uno debe manejar una situación de determinada manera, es más sencillo ver las opciones que se tienen y obviamente esto repercute positivamente en nuestra hija.

Tomé la decisión de comenzar este blogg para poder compartir mi experiencia con otros padres y también para enriquecerme con las experiencias de otros, creando una red de apoyo al leer cómo otros han superado sus dificultades en este difícil camino de educar a nuestros hijos.